Más difícil aún es pronunciarlo…
Primer pueblo costero de la expedición, ahora cogeré mi tabla Stardboard hinchable y a SUPear 420 kilómetros hasta Nome… ¡Ya quisiera! pero entre los 3 kilómetros de mar a dentro que son hielo de medio metro de espesor, el fuerte viento, los grados bajo cero que hace fuera y el agua como a 4 grados pues seguiré caminando con el trineo.
Creo que estos últimos han sido los mejores días desde el comienzo, me he tomado medio día de descanso en una pequeña cabaña de seguridad Iditarod para protegerse en días de tormenta durante la carrera de los trineos de perros o si algún nativo la necesita cerca de Kaltag, donde he tenido que firmar en la pared como todos los que han pasado por allí… Y he cargado las pilas a tope, el terreno muy bonito y variado, mezcla de bosque, senderos sobre ríos, turba, bastante favorable a pesar de haber subido un par de montañitas, buen tiempo, y aunque las mañanas son frías, las tardes son increíbles y todos estos días lo último que veo son las puestas de Sol sobre el Oeste, la dirección de Nome, buena señal (ya podía ser toda la ruta así).
Me he encontrado un par de nativos pescando en el hielo hoy, sobre el río Unalakleet, en una hora sacan unos 20-30 peces…
Llegando a la costa ya empiezan las zonas sin nieve, por suerte el sendero por estar más pisado mantiene lo justo para esquiar pero como suponía, me esperan unos 200 kilómetros donde la nieve faltará en su mayoría. Vienen unos días de fuerte viento del Norte, y no hay nada de vegetación, turba y turba, con lo que no será muy ameno. Pero estoy mentalizado, el trineo pesa la mitad que cuando empecé… Me lo he comido casi todo, y para 400 kilómetros que quedan no nos vamos a quejar ahora.– ¡¡Vamos, recta final, a costear!!
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